La afortunada intervención de un vecino evitó que las máquinas de carpintería, de coser, perforadoras de banco, amoladoras y otras herramientas mecánicas que ya habían sido embaladas, y cuyo costo asciende a 40.000 pesos, fueran transportadas, ya que los ladrones habían estibado las cajas y bolsas en la puerta misma del centro infantil, ubicado en la calle David Saravia Castro 1651.
Los delincuentes, al ser advertidos por el vecino que la Policía se encontraba en camino, y prácticamente rodeados de una turba de madres, optaron por darse a la fuga con el primer botín que saquearon: los alimentos y los utensilios de mesa, platos, cubiertos y ollas que ya habían sido cargados en un remise.
Las mujeres y algunos vecinos llevaron las maquinarias salvadas del robo hacia la casa de la encargada del centro infantil, ya que las puertas del comedor habían sido “reventadas con barretas”.
En la mañana de ayer se presentaron como siempre 270 chicos de las inmediaciones, niños en riesgo social, acostumbrados a recibir la comida. Pero fueron despachados en ayunas hacia sus hogares. La encargada del lugar aseguró que hoy el comedor va a servir las raciones como de costumbre, pero que espera que los delincuentes sean detenidos y que la seguridad vuelva al barrio.