Con respecto al diálogo de la Policía por la situación planteada con el árbitro y el veedor, para brindar las garantías del caso, Alvarez opinó: “Nosotros en todo momento le avisamos al árbitro y al veedor de la AFA que la seguridad del partido estaba dada. Pero ellos manifestaron que si la gente seguía arriba del parapelota no se iba a jugar, por cuanto era peligroso, porque si se llegaban a caer, quién se iba a ser responsable. Ante todo esto, decidieron suspender el partido”. Se refirió también a la intención de persuadir a estos hinchas para que depongan de esta actitud. “Fueron los propios jugadores de Juventud y otra gente a tratar de convencerlos, pero no hubo caso y siguieron con esa actitud osca. Eran 13 personas que no dejaban empezar el partido y pidieron que se haga presente el presidente de Juventud Antoniana, para que les entregue entradas de favor, porque manifestaron que había gente que se había quedado afuera”. Y agregó: “Este en ningún momento ingreso al lugar y contestó que Juventud era visitante y no había forma de entregar las entradas de favor”.
10 detenidos
A la Comisaría Segunda fueron trasladadas 10 personas en calidad de detenidas, indentificadas como hinchas de Juventud, quienes se dirigían en las líneas 7A y 7D hacia el estadio Padre Martearena, las cuales causaron daños en el medio de transporte urbano de pasajeros. Después, en el propio estadio Martearena, se procedió a la detención de 3 personas: una menor con estupefaciente y picadura de marihuana y otros dos por el mismo procedimiento.
La prohibición
La Policía aplicó la prohibición de ingresar al estadio a 18 hinchas de Central Norte: 8 fueron identificados en un enfrentamiento previo y 10 en estado de ebriedad. En tanto, 42 hinchas del santo tampoco pudieron entrar, de los cuales 18 fueron identificados por los incidentes del clásico anterior y 24 en estado de ebriedad. Por otra parte, pasada las 18.30 hubo un enfrentamiento con armas de fuego entre hinchas de Juventud y Central en la zona del ex-Matadero Municipal.