En ataque, el pibe Correa y Héctor Villalba fueron un dolor de cabeza constante para la defensa boquense, que fue lenta y desprotegida por los volantes.
La falta de definición para San Lorenzo se prolongó en la pena máxima, a los 25 min, tras mano de Erbes en el área, cuando Romagnoli ensayó un remate débil, al ángulo derecho inferior de Orión, quien atajó el penal. La única llegada de Boca, confundido y tocado por las ausencias por lesión de sus figuras Fernando Gago y Juan Román Riquelme, se produjo a los 27 min, con un contragolpe de Emmanuel Gigliotti que controló el arquero Torrico.
En el inicio del segundo tiempo, el ciclón encontró lo que tanto anhelaba: Piatti desbordó por el sector izquierdo y asistió a Correa, quien anticipó a la defensa y definió por arriba de Orión, a los 2 minutos.
Boca respondió con una pelota detenida, a los 5 min, con un remate de Sánchez Miño, pero San Lorenzo siempre fue más que su rival y contó con más situaciones pero, a medida que fue pasando el tiempo, sintió el desgaste del primer tiempo y se retrasó en el campo de juego, cuestión que Boca no pudo aprovechar porque no tuvo ideas, juego e intérpretes para llevarlo a cabo.
Sin embargo, a dos minutos del final, el árbitro Delfino cobró penal a favor del xeneize, tras infracción a Erbes de Gentiletti (antes hubo agarrón de Kannemann a Gigliotti), en el mismo arco donde marró Romagnoli, Torrico se puso la ropa de héroe y desvió el disparo de Chiqui Pérez al palo derecho.
San Lorenzo fue merecedor de la victoria y a pesar del sufrimiento en el final, se llevó los tres puntos con justicia. El equipo de Carlos Bianchi nunca pudo imponer su juego y perdió la gran ocasión de acercarse a la punta, aunque todavía mantiene chances. San Lorenzo ganó un partido clave y alcanzó los 26 puntos en el certamen, a dos del líder y próximo rival, Newell"s, y alargó la paternidad en el historial ante Boca: le lleva 9 partidos, producto de 71 victorias, 47 empates y 62 caídas.
