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29 oct 2012

EL ALBO EMPATO EN SUNCHALES


El precepto es sabio, absoluto y éste sí que nunca pierde, empata ni se equivoca: “Acertar es divino, pero errar es humano”. El aforismo universal hecho ley a través del tiempo, no hace otra cosa que emparentar el impecable presente de Gimnasia y Tiro con la fallida búsqueda de la idealización. Empatar en Sunchales ante un Libertad herido y orgulloso, portando además la pesada chapa de ser “el más buscado” por todos y al que todos quieren ganar, jamás podría ser un mal resultado.
Sin embargo, para aquellos insaciables hinchas del albo, mal acostumbrados por el buen andar del equipo de Riggio, la igualdad de ayer les deja un sabor agridulce.
Lo cierto es que Gimnasia, pese a haber jugado mal y a quedar contra las cuerdas en varios pasajes ante los sunchalenses, volvió a quedar de pie en trinchera enemiga. Derrumbó una racha de siete triunfos al hilo, pero a su vez fortaleció otra: el quinto partido seguido con valla invicta, mérito que no es menor en un torneo bravo y peludo en el cual te cascotean seguido, como lo hizo Libertad.
El tigre de Sunchales fue siempre el que tomó la iniciativa. Con Antonelli como referencia arriba, con Jonathan Lastra -lo mejor de Libertad- y Matías Rinaudo comandando el departamento creativo de la empresa sunchalense. Por una cuestión lógica, al albo le costó más de la cuenta encaminar el juego, que le venía saliendo por inercia. La decisión del Tano de cambiar siete jugadores, priorizando la aptitud física del grupo, trajo aparejada una notoria falta de entendimiento. El elenco salteño fue pura actitud, pero pobre en su juego y sin la firmeza que lo caracteriza en la recuperación, hasta que el Mecha Rodríguez se acopló.
A todo esto, Juan Cruz Mulieri se hizo gigante en al menos una decena de situaciones de riesgo para el local y sacó todo lo que le tiraron. El arquero fue clave para sostener el empate ante un rival que manejó la pelota, con el agravante de que el millonario jugaba siempre al límite y condicionaba su supervivencia.
El complemento mostró la misma cara, aunque Gimnasia también tuvo sus chances para irse ganador, sobre todo cuando el Tano Riggio decidió poner toda la carne en el asador y mandar a la Chancha Zárate y a Agudiak al campo. Allí el albo creció en opciones y hasta pudo ganarlo de contra. También pudo perderlo. Pero las manos de Mulieri y la guapeada de sus compañeros lo terminaron evitando.

Bajo la lupa

Juan Mulieri (8): Recordman del equipo con 500 minutos sin recibir goles. Fue el gran responsable del empate en Sunchales. Se lució ante Lastra y Antonelli y les tapó dos mano a mano a cada uno.

Diego Ianiero (6): Volvió a ser titular después de mucho tiempo. De a poco empieza a regular su énfasis en los roces, que lo expone a las tarjetas.

Sergio Plaza (6): No le pesa la edad y capitaliza su experiencia. Uno de los responsables del buen momento general de la defensa millonaria.

Federico Rodríguez (6): Fue una rueda de auxilio para el Tano. Se retiró ensangrentado por un corte, una imagen que graficó su enjundia.

R. Villarreal (6): No explotó como otras veces. Sin embargo, sintonizó con la lucha del equipo y aportó su sacrificio.

Maxi Gómez (5): Le faltó la chispa de Ivo Chaves por la derecha y alternó buenas y malas. Se le nota la falta de continuidad.

P. Rodríguez (6): Le costó acomodarse al principio. Con el correr de los minutos creció y se impuso más en el círculo central. Necesita más minutos.

Franco Ascencio (5): No fue el generador que le hizo falta al equipo. Gravitó muy poco.

S. Vezzani (6): Su labor fue solo importante en la marca.

Henry Sáez (5): Mostró poco pero marcó un gol de cabeza legítimo no cobrado por Mazón. 

J. Zárate (5): Hizo lo que pudo solo contra todos. Al igual que Sáez, pasó desapercibido en varios pasajes.

Riggio, convencido: “Acerté con los cambios” 

Mucho se habló los días previos sobre la decisión de Víctor Riggio de cambiar el 70 por ciento del equipo titular, indiscutido y ganador en un encuentro complicado como el que empató ayer el albo en tierras santafesinos. Sin embargo, al Tano no le tembló el pulso y al final ponderó su propio acierto que le permitió al único líder del certamen seguir sumando en la tabla. 
“Los jugadores que no estuvieron merecían descanso y los que jugaron merecían estar, porque se lo ganaron. El empate fue justo, porque nosotros también atacamos a Libertad. Todos los que jugaron estuvieron a la altura. Me voy conforme con algunas actuaciones”, resaltó el entrenador millonario antes de remarcar y a la vez relativizar los méritos numéricos de una campaña que no tiene fisuras. “Mantener una racha así, seguir sumando, marcando diferencias con los que nos siguen en la tabla, es meritorio. Todos queríamos ganar, pero a veces no se puede. Hoy -por ayer- el rival también jugó, Libertad tiene jugadores de jerarquía. Cambié casi todo el equipo y quedó demostrado que hay recambio. Alguna vez los récords se terminan, podríamos habernos llevado un triunfo con el plantel completo, pero yo estoy conforme con lo que me demuestra día a día este equipo. Era necesario refrescar al equipo, estoy convencido que hice lo correcto” afirmó.

Lo acecha Talleres

Talleres de Córdoba tendrá la gran chance esta tarde de acercarse a Gimnasia y Tiro en la taba. La T visitará en Tucumán, a partir de las 16, a San Jorge en el partido que completará la fecha doce de la zona norte.
El conjunto cordobés acortará la distancia a cinco puntos con el líder en caso de un triunfo, ante un equipo que llega completamente golpeado como el tucumano, por la goleada que recibió la fecha pasada en manos del cuervo. El partido se jugará en el estadio de Central Norte (de Tucumán) con el arbitraje del salteño Federico Guaymás Tornero.
Por otro lado, San Martín de Tucumán logró ayer una gran goleada como visitante: 3 a 0 a Racing de Córdoba. A su vez, se registraron dos empates sin goles entre Guaraní y Alumni, en Misiones; Tiro Federal y Sportivo Belgrano, en Rosario.

Mulieri convirtió su valla en impenetrable

Esta vez no sólo cumplió. Tuvo que dejar su traje a un costado y revolcarse, embarrarse en el lodo como muestra de un trabajo sacrificado. Ese es y fue Juan Cruz Mulieri, el arquero récord de Gimnasia que acaba de batir la marca de 500 minutos de valla invicta, luego de que Esteban Goicoechea, de San Martín de Tucumán, le rompiera otra similar de 300 en la séptima fecha. 
El guardavallas pergaminense fue el responsable de que el albo no pierda el invicto con Libertad, en Sunchales, con al menos cuatro o cinco intervenciones claves, ganándole los duelos a Lastra y a Antonelli. “Lo más importante es que se sumó, por cómo se dio el partido, por cómo estaba la cancha. Para nosotros va a servir mucho más este empate que si ganamos de local la próxima fecha. Gimnasia estaba acostumbrado a hacer otro tipo de juego y esta vez el campo no ayudó. Sabemos que todos nos quieren ganar, pero estamos tranquilos por el grupo que tenemos. Más allá del tiempo que llevo sin recibir goles, lo que me pone más contento es que seguimos arriba y por el buen camino”.

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