Por su parte, la revancha se llevará a cabo la semana que viene en Brasil, donde el conjunto argentino intentará llegar con ventaja tranquilizadora, tal como hizo frente a Universidad de Chile en la instancia de semifinales.
El “Xeneize” jugará una final frente a un conjunto brasileño por cuarta vez. En todas las que jugó, ganó y se llevó el trofeo.
Los dirigidos por Julio Falcioni vienen de dejar en el camino al conjunto chileno tras una victoria por 2 a 0 como locales y un empate sin goles en Santiago.
En cambio, Corinthians, eliminó al último campeón, su compatriota Santos, con una victoria por 1 a 0 como visitante y un empate 1 a 1 en la revancha.
Desde los cuartos de final, Boca, que históricamente ha definido a su favor como visitante y en especial jugando en Brasil, hizo la "media inglesa". Ganó en casa, empató cuando salió.
En doce partidos jugados, al conjunto brasileño apenas le marcaron tres goles: uno cada cuatro partidos. Ese afán por secar a los delanteros rivales le vale ser el único invicto de la Copa, algo que no sucedía desde 2003, cuando Santos llegó a la final sin perder un solo partido. Ese año, como ahora, el imbatible se midió con Boca. Y aquel equipo dirigido por Carlos Bianchi que tenía a Carlos Tevez como delantero estrella se quedó con el trofeo continental.
En esta edición, Boca fue escolta en el grupo clasificatorio 4, mientras que Corinthians ganó holgadamente el 6, con cuatro victorias y dos empates y jugó con suplentes el campeonato brasileño, algo que Boca reiteró en su última presentación, frente a All Boys.
De esta manera, esta noche se medirán la experiencia de Boca, con Juan Román Riquelme como máximo sostén del equipo y el sistema de Corinthians, que tiene un goleador temible como Danilo, en la "Bombonera".
