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5 ago 2013

RIVER PERDIO EN EL DEBUT

Sin sus refuerzos más destacados en cancha (Teo Gutiérrez y Fabbro), River Plate jugó mal en el Bosque platense y sucumbió ante un Gimnasia que tuvo un debut redondo ante su público, en su regreso a Primera División tras dos años en la B Nacional. 
Tal vez lo más justo hubiese sido un empate, pero el equipo de Ramón Díaz se mostró lejos del nivel que necesita para pelear el título.
El lobo tuvo un mejor comienzo de partido, presionando a River y sin dejarlo jugar. El lugar elegido por el local fue el lado izquierdo de la defensa visitante, donde se ubicó el colombiano Eder Alvarez Balanta. Por allí, tanto Facundo Oreja como Facundo Pereyra desnivelaron con su velocidad.
A los 3 minutos los platenses tuvieron su primera oportunidad con un remate de Pereyra por arriba del travesaño. Un minuto más tarde Oreja tiró el centro desde la derecha, conectó Pereyra de derecha y el arquero Marcelo Barovero sacó al córner. Así, Gimnasia era el patrón del partido frente a un desconcertado millonario, que se vio sorprendido por la agresividad del oponente.
Pero, a partir de los 15 minutos el visitante empezó a animarse un poco más y generó peligro con las llegadas por los costados de Osmar Ferreyra y del colombiano Carlos Carbonero. Sobre los 15, Manuel Lanzini conectó de cabeza un centro de Ferreyra y el balón se fue al lado del poste izquierdo de Monetti.
Un minuto más tarde Carbonero probó desde lejos y el esférico salió apenas afuera. A partir de entonces los dos elencos se prestaron la pelota y pudieron aprovechar el momento que tuvieron en la etapa. 
En el segundo tiempo Gimnasia estuvo muy cerca a los 13 minutos, con una maniobra de Osvaldo Barsottini, quien se perdió la conquista debajo del arco de Barovero.
El local era más peligroso y a los 27 Jonatan Maidana le cometió un claro penal a Federico Rasic, que el árbitro Ceballos cobró sin dudar, aunque todo River protestó. Lucas Licht anotó con un suave remate sobre el poste derecho de Barovero.
En los minutos finales el conjunto de Núñez llegó como pudo al área local y con centros complicó a Gimnasia, pero se encontró con un invulnerable Monetti, quien le sacó un remate a Carbonero y un cabezazo al ingresado Federico Andrada.
Salió mal la improvisación
La alarmante falta de delanteros en River pasó factura en el primer partido. El juvenil Giovanni Simeone tuvo una jugada clara: un muy buen cabezazo que Monetti sacó después del gol del lobo. Sólo eso, pero no hay que cargarle toda la responsabilidad. El insólito accionar en este mercado de pases, que derivó en la partida de dos centrodelanteros (David Trezeguet y Carlos Luna), sumado a la conflictiva situación de Rogelio Funes Moris, que está colgado en el club, ya le hizo pagar un precio bastante alto a River, que tardó en incorporar a un nueve de área y ahora espera cuanto antes la habilitación para que Teo Gutiérrez pueda ponerse la camiseta y darle al equipo de Ramón el peso que le faltó en La Plata. La dirigencia es la que tiene toda la responsabilidad por contratar los refuerzos muy sobre la hora y complicarle los planes al DT.
Un silencio sepulcral tras la derrota
Sin perder tiempo y con gestos adustos se marcharon los jugadores de River Plate del bosque platense, luego de la derrota con Gimnasia. Los jugadores abandonaron el vestuario visitante y, sin hacer declaraciones a los medios presentes, se subieron al micro. Una vez completa la delegación, emprendió la vuelta a Núñez en silencio. Ya apuntando a la recuperación, el millonario comienza a pensar en el próximo partido ante el recién ascendido Rosario Central (con Carlos Luna incluido) el viernes en el Monumental por la segunda fecha.

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