Un sacerdote de la Diócesis responsable del viaje de varios jóvenes de Orán y Tartagal dejo a todos con los bolsos hechos. Según el relato de uno de los integrantes del contingente, el cura a cargo de la organización, no saco los pasajes, no reservo hotel y ni siquiera inscribió a los participantes en el Brasil para los encuentros con el Papa Francisco.