La grave acusación es contra la empresa Trasnoa que ese año realizaba la construcción del tendido eléctrico.
Los trabajadores manifestaron que el capataz general de la obra, Rafael Alberto Leaños, sabe qué se hizo con los restos.
Se presume que fueron enterrados en otro sitio más alejado, para evitar que la ejecución del tendido sufriera demoras ante una medida cautelar de la Justicia.
En la cadena de responsabilidades, los operarios señalaron a Leaños; al jefe de Mantenimiento, Angel René Rodrigo, y al gerente de Transnoa, Daniel Frontera.
Fuente: El Tribuno.