El pirata cordobés mereció mejor suerte, pero el fútbol es así. No pudo anotar en los momentos clave y cuando lo hizo se lo anularon.
Durante los minutos iniciales, dio la impresión de que Boca iba a manejar el encuentro, pero en la primera llegada Belgrano se puso en ventaja, a través de Carreras, y todo cambió. Pero no duró mucho la alegría para los celestes, ya que cuatro minutos más tarde, Olave rechazó defectuosamente y la pelota le quedó a Nicolás Blandi, quien, cuando intentaba parar el balón, recibió un puntapié del arquero. Riquelme, con frialdad, puso la igualdad.
A los 18 Velázquez, con un cabezazo, venció a Orión, pero el línea levantó la bandera y anuló la conquista cuando el volante celeste estaba en una misma línea con un defensor xeneize. Unos minutos más tarde, el mismo línea volvió a equivocarse y le anuló otro gol a Velázquez, quien estaba perfectamente habilitado. Y sobre los 21 hubo un claro penal de Emanuel Insúa a Carrera que Maglio ignoró. Un rato más tarde una mano de Marín dentro del área también fue pasada por alto por la terna arbitral. Uno tras otro se sucedían los desaciertos de Maglio y compañía.
Boca equilibró el juego en el segundo tiempo. Se paró mejor en defensa y cuando el empate era inamovible, a falta de cuatro minutos, un córner ejecutado por Juan Sánchez Miño desde la izquierda fue conecta do por el Cata Díaz, quien le dio a Boca una victoria impensada gracias a que Maglio y sus colaboradores “metieron la cola”.
Fuente: Portal de Internet
