Dadas las sensibles ausencias con las que cuenta el plantel antoniano, a raíz de las lesiones de Claudio Acosta, Hugo Prieto, José Tabares, Carlos Keosseian y Diego Gottardi, situación agravada por la decisión del Consejo Federal de no otorgarle el cuarto cupo de refuerzo a Juventud por la rotura de ligamentos de Cristian Badaracco, Albornoz le entregará otra vez a Leonardo Silveira la pesada misión de comandar el ataque salteño en Córdoba, junto a Enrique Triverio, para suplantar al rionegrino (con una delicada lesión meniscal). Además, los ocho jugadores que pelearán por seis lugares en el banco de relevos son recursos genuinamente locales, valores de la cantera de Juventud Antoniana. Hacía muchos años que Juventud no incluía en su nómina a varios jugadores de sus inferiores para un partido por los puntos y que involucre una definición por el ascenso. Además de los once titulares y de Esteban Dei Rossi, Sebastián Quinteros, Matías Domene, Jesús Mendoza, Sergio Liendro, Emanuel Correa, Wilson Marín, Matías Vicedo y Ezequiel Caliva se subieron al micro que partió anoche rumbo a la Docta a la espera de una verdadera batalla en el Kempes. Dos de ellos quedarán al margen de los suplentes, mientras que los tres últimos mencionados tendrán su primera chance en competencia oficial.
Talleres, el más beneficiado
Talleres de Córdoba es el gran candidato al ascenso, no solo por plantel y riquezas individuales, sino también por presupuesto, por obligación y por contar con ciertos beneficios. La T, junto a Gimnasia y Tiro, son los equipos que menos viajes tendrán que realizar, ya que ambos jugarán seis partidos en su ciudad de origen y cuatro en condición foránea. La situación del albo es simple: en el sorteo le tocó el clásico con Juventud de visitante. Pero el caso de los cordobeses es diferente: La dirigencia de Talleres le habría ofrecido una suculenta suma de siete cifras a Sportivo Belgrano para que resigne su localía en el encuentro por la segunda fecha y oficie de local en el Kempes, lo que provocó la furia de los hinchas del verde que realizaron un banderazo pidiendo jugar en San Francisco; de todas maneras, la decisión es irrevocable. Y donde manda la billetera...
