“La ingeniería hace al desarrollo y al progreso”
La Argentina tiene un importante déficit de profesionales en Ingeniería: 50.000 aproximadamente. La mayoría de los alumnos en el país prefieren estudiar carreras humanísticas y sociales, aunque en la sociedad del conocimiento lo que se demanda son carreras técnicas, como ingeniería o tecnicaturas en electromecánica. Según las últimas cifras nacionales, en 2010 se graduaron 34.071 profesionales entre contadores, administradores, y abogados. Pero, la cantidad de ingenieros fue baja para ese mismo año: solo 60. “Es un problema que haya pocos ingenieros. China e India gracias, al desarrollo ingenieril que alcanzaron, se convirtieron en potencia. Y para eso llevaron adelante una estrategia de formación de ingenieros”, explicó, el secretario General de la UNSa, Ricardo Falú. Añadió que es la carrera menos elegida y esto porque es difícil, demanda horas de estudio y altamente exigente. “La ingeniería hace al desarrollo y al progreso”, consideró Falú, e instó a que los alumnos opten por esta carrera para tener una buena inserción en el mercado laboral. El año pasado se graduaron 42 ingenieros en la UNSa.
Solamente en Salta
Esta es la única provincia que cuenta con la carrera de Ingeniería en Perforaciones. Ya hay 317 inscriptos y se dicta en la sede de la UNSa en Tartagal. “El 40% de los estudiantes son mujeres. Si bien implica una estadía prolongada en el campo, hoy las mujeres enfrentan todo tipo de desafíos. Las empresas comenzaron a contratarlas cada vez más”, manifestó el vicerrector, Miguel Bosso.
Un desafío: evitar la deserción
Un desafío que no se corre del eje y que a las autoridades de cualquier institución universitaria desvela: evitar la deserción, algo que lamentablemente es frecuente y los índices no son bajos. No obstante, los esfuerzos por evitar que los chicos dejen la universidad no fueron en vano según las experiencias de las autoridades universitarias.
No hay una sola causa que explique la deserción. Se trata de un problema explicado por una suma de variables.
“El nivel de estudiantes que deserta es alto todavía. Sin embargo, mejoramos mucho gracias a las becas”, explicó a El Tribuno Marta Torino, secretaria Académica de la UNSa. Agregó que “los programas de inserción y los cursos de integración demostraron ser útiles”. Hay dos componentes que caracterizan la deserción: por un lado, la dificultad que tienen los alumnos en 1§ año por la mala base con la que llegan del secundario. Por otra, hay estudiantes de bajos recursos que no finalizan las carreras porque comienzan a trabajar durante los primeros años.

