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31 ago 2012

UN ABOGADO AGARRO A PATADAS A UN CONTADOR

Tras una discusión por una supuesta estafa a unas monjas, Pablo Castañeda Santos, abogado, golpeó a un contador municipal. Ocurrió en Pueyrredón y Entre Ríos.

Violencia. “En el momento de la agresión, Castañeda defendía su postura de retención de comisión indebida”, explicó Liendro.

Un contador de la Municipalidad de Salta y propietario de una imprenta, Roberto Liendro (62), denunció en la comisaría 1 que fue brutalmente agredido con golpes de puño y patadas por un hombre identificado como Pablo Castañeda Santos, abogado, y quien trabaja en una empresa inmobiliaria. El hecho ocurrió el martes a las 14.30 en la calle Pueyrredón al 700. Según consta en la denuncia, Liendro caminaba por la mencionada arteria para ir de compras, cuando se cruzó con Castañeda Santos. Se inició una acalorada discusión, que tuvo como eje una supuesta estafa a una monjas españolas, por parte del abogado, quien comenzó a increpar duramente al contador, lo empujó hacia atrás, por lo cual la víctima perdió estabilidad y cayó pesadamente al piso, donde sufrió una descompensación. No conforme con la situación, el acusado siguió aplicándole patadas en su cuerpo, especialmente en el rostro y la región occipital. Al observar la escena, un vecino de la zona de apellido Amir y dos taxistas intervinieron para frenar la agresión, tras lo cual el agresor se fue en su auto. Liendro fue asistido en el hospital San Bernardo, donde le diagnosticaron lesiones en rostro y cuello, estrés y síncope con recuperación. El caso está caratulado como lesiones e interviene la Fiscalía Penal 3.

“Dos hermanas esclavas del santísimo sacramento, de Granada, España, vinieron a Salta en 2011 para construir un monasterio. Hicieron una operación con una inmobiliaria donde trabaja Castañeda Santos, por la cual abonaron US$ 42.000. Iban a comprar una casa situada en la avenida Uruguay. Debido al corralito financiero vigente en España, no pudieron traer los fondos necesarios para concretar la compra. Me contrataron como contador. Se gestionó la nulidad de la operación en la inmobiliaria, pero fracasó. Me sorprendió la desconsideración y el trato descortés que tuvieron. No se merecían esto. No les devolvieron ni un peso. Radiqué una denuncia en la Cámara Inmobiliaria y esto generó malestar”, dijo Liendro.

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