Los números de la vergüenza.
Una vez más el fútbol salteño quedó teñido por los inadaptados de siempre y la falta de respeto.
Barrabravas de Juventud provocaron destrozos que obligaron a suspender el partido que anoche perdía ese equipo ante Central Norte.
Los actos de violencia iniciaron cuando el equipo azabache logró anotar su tercer tanto ante los antonianos, que comenzaron a romper y quemar las tribunas.
Cinco policías resultaron heridos por proyectiles lanzados por simpatizantes de Juventud, hubo siete detenidos 4 personas detenidas por estupefacientes, 2 por desorden y 1 por reventa de entradas, y 36 litros de fernet secuestrados.
En cuanto a los destrozos ocacionados en el estadio Padre Ernesto Martearena el relevamiento realizado arroja 5 panes de alambrados rotos, un portón y más de 150 butaquines desprendidos.
Una vez más el fútbol salteño se tiño de violencia por los inadaptados de siempre. ¿Hasta cuándo?