Para estos operativos, se dispuso afectar a aproximadamente ochenta inspectores que recorrerán todo el predio, controlando a vendedores (ambulantes y almacenes) y que no se vendan bebidas alcohólicas. También se controlarán a los puestos de venta de alimentos, que deberán contar con certificados de salubridad, otorgados por un Hospital Público, y el Certificado de Manipulación de Alimentos, que otorga la Dirección Salubridad del Consumo dependiente de la Secretaría Comercial y Participación Ciudadana de la Municipalidad.
Según se detalló, si se detecta a los comercios dentro o en las adyacencias del corso vendiendo bebidas alcohólicas sufrirán duras sanciones llegando inclusive hasta la clausura preventiva del negocio. En tanto que, los vendedores que no cuiden la higiene en sus puestos y que no cuenten con los certificados solicitados, no podrán vender sus productos.
